En invierno, la calefacción representa uno de los mayores gastos energéticos en los hogares. Sin embargo, muchas veces el problema no está en el sistema que utilizamos, sino en cómo lo usamos. Una calefacción eficiente no solo ofrece mayor confort, sino que también puede ayudarte a ahorrar hasta un 30% en tu factura.
En esta entrada te damos consejos prácticos para mejorar el rendimiento de tu sistema de calefacción, reducir el consumo y mantener tu hogar cálido sin gastar de más.
1. Revisa el aislamiento de tu vivienda
Un buen sistema de calefacción no servirá de mucho si tu casa pierde calor constantemente. Revisa ventanas, puertas, persianas y paredes. Los puntos clave son:
Usa burletes para sellar ventanas y puertas.
Baja las persianas por la noche para evitar pérdidas de calor.
Ventila por las mañanas, durante solo 5-10 minutos.
Considera instalar doble acristalamiento o cortinas térmicas.
2. No sobrecalientes las estancias
Cada grado de más en el termostato supone un incremento del 7% en el consumo energético. La temperatura ideal está entre 19º y 21ºC durante el día y 16º-17ºC por la noche. Evita poner el termostato a 25º para “calentar antes”, porque no acelerará el proceso, solo gastará más.
3. Instala un termostato programable
Uno de los mejores aliados para el ahorro energético. Permite establecer horarios para encender y apagar la calefacción automáticamente, adaptándose a tus rutinas. Incluso puedes optar por modelos inteligentes que aprenden de tus hábitos y se controlan desde el móvil.
4. Mantén tu sistema en buen estado
Un mantenimiento adecuado evita averías y mejora la eficiencia:
Purga los radiadores una vez al año.
Revisa la presión de la caldera.
Haz una revisión técnica anual, especialmente si usas gas.
Limpia los filtros de bombas de calor o sistemas de aire.
5. No tapes los radiadores
Poner muebles delante de los radiadores o cubrirlos con ropa reduce notablemente su capacidad para calentar el ambiente. Deja espacio libre para que el calor se distribuya correctamente por la estancia.
6. Aprovecha el calor natural
Durante el día, abre cortinas y persianas para dejar pasar el sol. Incluso en invierno, la radiación solar directa puede elevar algunos grados la temperatura interior, reduciendo la necesidad de usar la calefacción.
7. Considera sistemas más eficientes
Si tu sistema tiene más de 15 años, puede que no sea eficiente. Plantéate una renovación con soluciones modernas:
Calderas de condensación
Bombas de calor aire-agua (aerotermia)
Suelo radiante con termostatos por zonas
Sistemas híbridos (gas + aerotermia)
Aunque suponen una inversión inicial, a medio y largo plazo permiten ahorrar y mejorar el confort térmico.
Ahorrar en calefacción no implica pasar frío, sino hacer un uso más inteligente de la energía. Con algunos cambios en tus hábitos, un buen aislamiento y un sistema bien mantenido, puedes reducir tu consumo y cuidar tu bolsillo sin renunciar al confort.
