Los atascos en tuberías son uno de los problemas más frecuentes en cualquier vivienda. Aunque suelen comenzar con una simple ralentización del desagüe, si no se atienden a tiempo pueden derivar en malos olores, fugas, humedades e incluso daños estructurales. En esta entrada te explico todo lo que necesitas saber: por qué ocurren, cómo prevenirlos y qué hacer si ya los tienes.
¿Por qué se atascan las tuberías?
Las causas pueden variar según la zona de la casa y el uso que se le dé a cada desagüe:
1. Fregaderos de cocina
Los restos de comida, grasa y aceites son los principales culpables. Aunque se vea que el agua fluye, estos residuos se van acumulando en las paredes internas de la tubería, formando una masa compacta que con el tiempo bloquea el paso del agua.
2. Lavabos y duchas
En el baño, los enemigos son los cabellos, los restos de jabón y cremas, y en algunos casos, la acumulación de cal. Estos materiales forman una mezcla espesa que actúa como tapón y reduce progresivamente la capacidad de desagüe.
3. Inodoros
El uso incorrecto del WC es otra causa habitual. Tirar toallitas húmedas, productos de higiene o incluso bastoncillos de algodón puede provocar atascos severos en el inodoro o en la red general de evacuación.
Cómo prevenir los atascos
Evitar un atasco es mucho más sencillo y económico que solucionarlo. Aquí tienes algunas recomendaciones prácticas:
No tires residuos sólidos al inodoro. Usa la papelera para todo lo que no sea papel higiénico.
Instala rejillas en los desagües del lavabo y la ducha para retener pelos y residuos.
Evita verter aceites o grasa por el fregadero. Déjalos enfriar y deséchalos en un recipiente.
Limpia los sifones regularmente. Son el primer punto donde se acumulan residuos.
Haz mantenimiento preventivo. Verter agua caliente o productos naturales como bicarbonato y vinagre puede ayudar a disolver la grasa acumulada.
¿Y si ya tienes un atasco?
Dependerá del tipo y la gravedad del atasco. Estas son las opciones más comunes:
1. Desatascador de goma
Ideal para fregaderos, lavabos o sanitarios ligeramente obstruidos. Aplica movimientos firmes para crear presión que empuje el tapón hacia abajo.
2. Desmontar el sifón
En fregaderos y lavabos, muchas veces el atasco está justo en el sifón. Desmóntalo con cuidado, limpia los residuos acumulados y vuelve a montarlo.
3. Serpentín o cable desatascador
Herramienta manual que permite alcanzar tapones más profundos. Muy útil en tuberías largas.
4. Llamar a un profesional
Si el atasco es grave, persistente o afecta a varias estancias, lo recomendable es acudir a un fontanero que pueda localizar el problema, intervenir sin causar daños y revisar el estado general de la instalación.
Consecuencias de no actuar a tiempo
Malos olores: provocados por el estancamiento del agua y la descomposición de residuos.
Fugas o reboses: cuando el agua ya no encuentra salida.
Deterioro de materiales: los sellados, juntas y tuberías pueden deteriorarse con la presión o la humedad constante.
Costes mayores: un atasco sin resolver puede derivar en una reparación compleja o incluso en obras.
Los atascos son molestos, pero en la mayoría de los casos evitables. Adoptando buenos hábitos y haciendo un mantenimiento periódico, puedes mantener tus tuberías en perfecto estado durante años.
Y si ya tienes un problema, recuerda: cuanto antes se actúe, más sencilla (y económica) será la solución.
